Cuando empezamos una relación de pareja, iniciamos un proceso largo de evolución, empezando por la fase del enamoramiento, de idealización de la otra persona, de ilusión, de misterio…para, poco a poco, dar paso a fases más maduras en las que van surgiendo otras necesidades emocionales, como el apoyo, la confianza o la compañía. Es precisamente en este proceso de transición en el que nos sacamos la venda de los ojos y vemos a nuestra pareja tal y como es y, en el mejor de los casos, la aceptaremos, la querremos y fortaleceremos nuestra unión. La relación va evolucionando y madurando al tiempo que nosotros/as también vamos madurando con ella, y esto implica ir cambiando las expectativas acerca de la pareja.
Durante todo este tiempo, la relación va a requerir cuidados; pensemos que es como una flor, necesitamos regarla para que vaya creciendo, de lo contario se morirá. No basta con encontrar a la que creemos que es nuestra persona y dejar que el tiempo pase, en el camino hay esfuerzos que hacer y recompensas que recibir para que esa relación siga compensando a ambos. Además, recordemos que la aterradora ¡¡ RUTINA !! es una de las grandes enemigas de las parejas y suele establecerse cuando la relación deja de tener novedad o cuando se han perdido buenas costumbres.
En nuestra consulta de psicología en Vigo llevamos a cabo Terapia de Pareja y, a la hora de evaluar la relación que nos llega nos damos cuenta de que muchas de las buenas costumbres, de los buenos gestos, de las gratificaciones hacia el/la otro/a…se han perdido con el tiempo. Y esto es lo que muchas veces genera el primer enfriamiento o distanciamiento entre los cónyuges.
Para evitar que esto sueceda, aquí os dejamos una lista de ocho hábitos que ayudan a mantener viva la llama en la relación.
1. Acostarse a la misma hora. Las parejas más felices son aquellas que cierran el día al mismo tiempo.
2. Alimentar intereses comunes. Como realizar algún deporte juntos, ir al cine, hacer excursiones, compartir libros…Así, mantendremos la pasión en nuestra relación.
3. Caminar cogidos de la mano. Se recomienda andar cómodamente cogidos de la mano, para igualar las pulsaciones, el paso…y sentir la unión con nuestra pareja.
4. Confianza y perdón. Los conflictos y las discusiones nos desgastan. Para evitar que esto suceda en nuestra pareja, lo mejor es encontrar la manera de perdonarse, de llegar a un acuerdo, de volver a confiar. Comprender y escuchar el punto de vista del/de la otro/a. Decir “Lo siento” o “Te perdono”.
5. Centrarse en lo que mi pareja hace bien. En lugar de resaltar los errores de la pareja, hacer hincapié en sus virtudes y fijarnos en lo que ha hecho bien a lo largo del día. Sólo así podremos tener un punto de vista más realista y más justo hacia nuestra pareja.
6. Abrazarse al reencontrarse. Es importante cuidar los reencuentros transcurridas varias horas separados/as. Un abrazo transmite seguridad, calidez y afecto.
7. Decir “te quiero” y dar los “buenos días”. Estas dos simples frases, permiten recordar el sentimiento que nos une y empezar el día con buen pie.
8. Un beso de buenas noches. Independientemente de cómo se sienta cada uno, cerrar el día con un beso de buenas noches, es una manera de apaciguar el final de la jornada, es un deseo de que el/la otro/a esté bien y de que descanse.
Como veis, son actitudes muy sencillas de adquirir pero también muy fáciles de perder. Todos estamos capacitados para habituarnos a ellas, se necesita voluntad y constancia. No aseguran la felicidad, pero sí el bienestar en la pareja.
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