Evita las obsesiones, la paranoia, el control y, por el contrario, emplea tus energías en buscar un encuentro comunicativo con tu pareja en el que se afiance la relación y recuperéis aquellas costumbres que se perdieron con el tiempo. Si realmente existe una infidelidad, lo que está en tus manos será igualmente reestructurar la pareja desde dentro, sin conceder protagonismo a terceras personas.