¿Alguna vez has sentido que comías sin tener realmente hambre? ¿En algún momento del día cuando llegas muy cansado/a comes para sentir alivio? ¿Te sueles premiar con algún alimento después de un largo día de trabajo o problemas? En nuestra consulta de psicología en Vigo vemos situaciones como estas, y es a las que nos referimos como hambre emocional ya que usamos a la comida como sustituta de una gestión emocional más adecuada.
En Adamia Psicología consideramos que es importante conocer cómo funciona nuestro organismo ante este hambre emocional y porqué puede volverse en nuestra contra convirtiéndose en un círculo vicioso.
Emociones asociadas al hambre emocional
Las emociones que podemos encontrar asociadas al hambre emocional son variadas. En nuestra consulta de psicología en Vigo trabajamos en estos casos la soledad, la tristeza, la ansiedad, el aburrimiento…. Aprender a gestionar estas emociones sin tener la alimentación de por medio es la base para poder superar el hambre emocional. También es importante conocer qué pensamientos están junto a estas emociones. Suelen ser interpretaciones negativas de la realidad (pensamientos distorsionados), que asociamos a emociones desagradables y que dependen de nuestro aprendizaje previo, nuestra educación, nuestra sociedad....
En este ejemplo, vemos como una situación normal como puede ser estar un sábado sola en casa, interpretada de forma negativa puede generar que aumenten los sentimientos de soledad, tristeza, ansiedad y conducta de comer compulsivamente. Esto, a su vez, lleva a la persona a tener sentimiento de culpa, probablemente derivado de pensamientos relacionados con la idea sobrevalorada de delgadez que nos proporcionada la sociedad, lo que la lleva a tener conductas compensatorias coherentes con ese pensamiento y esa emoción, pero que a la larga no le ayudan.
Por qué continúa y se genera el círculo vicioso
Principalmente porque queremos recompensas a corto plazo, inmediatas. Cuando comemos para no “sentirnos mal” sentimos un alivio rápido, pero momentáneo. Si no aprendemos a gestionar estos sentimientos de otra forma, vamos a seguir deseando ese alivio, a pesar de que a largo plazo nos empeora. En Adamia Psicología proporcionamos a los pacientes herramientas para gestionar estas emociones asociadas a la alimentación, para que puedan tener una relación sana con la comida. Lo primero que tienen que hacer es aceptar qué tipo de recompensa quieren, si a corto plazo o a largo plazo. Cuando perciben que a corto plazo no les ha funcionado y quieren intentarlo a largo plazo, es cuando se empieza a trabajar toda esa gestión emocional, para que paulatinamente, puedan ir "des-asociando" la conducta de comer a su gestión emocional.
Si crees que estas pasando por algo parecido y crees que por ti solo/a no puedes superarlo, no dudes en consultar con un/a profesional de la psicología especializado/a en estos casos.
Adamia Psicología
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