¿Tienes la sensación de que vas a 1000 por hora? ¿De que necesitas un descanso "mental"? Hoy, desde el equipo de Adamia Psicología, te traemos un ejercicio para dedicarte unos minutos a ti, a buscar la calma y a ser consciente de tus estados emocionales. El "descanso mental" no consiste en una desconexión o una anestesia, sino en escucharnos para ir conectando con nuestras sensaciones corporales y nuestras emociones. Esta práctica la hacemos en ocasiones en nuestra consulta de psicología en Vigo y hoy te la traemos a ti.
"¿Qué necesito para este ejercicio?"
A ti mismo/a, un espacio en el que te sientas cómodo/a (puede ser tu casa, la playa, el campo...) y cinco minutos. ¿Parece que no es tan difícil no?
"¿Qué pasos tengo que llevar a cabo?"
- Vamos a empezar por poner nuestra atención en la respiración, observa cómo entra y sale el aire por tus fosas nasales. ¿En qué otras zonas de tu cuerpo sientes la respiración con mayor intensidad? Solamente observa tu respiración, sin intentar cambiarla.
- Ahora deja que tus sensaciones corporales estén presentes, reconócelas cómo son, pueden ser agradables o desagradables, simplemente obsérvalas. ¿Sientes alguna tensión/hormigueo/relajación? ¿En qué parte? No intentes cambiar tu experiencia, simplemente observa. ¿Qué sensaciones físicas estás experimentando ahora?
- Muchas veces, cuando pensamos en cómo nos sentimos, es decir, en nuestras emociones, pensamos que estamos bien o mal, pero eso, no son emociones. Me gustaría que te escucharas y pensaras, ¿cómo me siento realmente? ¿Qué emoción predomina? Te damos una pista sobre emociones en esta publicación.
- A continuación, empieza a ser consciente de los pensamientos que estás teniendo en este momento y deja que estén ahí sin intentar que desaparezcan, ¿qué estás pensando ahora? Puedes escribirlos si te ayuda o simplemente, dejarlos estar en tu mente. Este ejercicio no consiste en "dejar la mente en blanco" o "que no aparezcan pensamientos", sino en identificarlos y permitirles estar.
- Por último, observa la experiencia completa, cómo es tu respiración, qué sensaciones corporales notas, qué pensamientos identificas y quédate ahí por unos minutos sin juzgar. Ponte en "modo científico" y observa cómo está tu cuerpo.
- Antes de terminar la práctica pregúntate... ¿Qué necesito hoy?
Una vez que hayas realizado este ejercicio te preguntamos... ¿cómo te sientes ahora? Puede que las primeras veces sientas ciertos nervios o tensión, debido a que es una experiencia nueva, o que no estás acostumbrado. ¿Crees que te vendría bien dedicarte solamente cinco minutos del día a ti? ¿A volver a la calma? Dedicarnos tiempo, de manera amable con nosotros/as mismos/as, es una forma más de autocuidado que podemos incorporar en nuestro día a día.
¡Esperamos que os guste!
Adamia Psicología
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