Hoy nos gustaría reflexionar acerca de las redes sociales. Las redes sociales, en su justa medida, pueden configurar una herramienta funcional y facilitadora. Sin embargo, para algunas personas pueden convertirse es una ADICCIÓN porque cada “me gusta” es vivido como una dosis de aprobación de la que estar pendiente.
Desde nuestra consulta de psicología en Vigo, nos preocupa el impacto que generan las redes en el día a día, sobre todo, de los/as adolescentes. Y, especialmente, en su autoestima. Este deterioro psicológico aparece mucho en el ámbito de los Trastornos de la Conducta Alimentaria.
“Lo que los/as demás ven y lo que nosotros/as creemos que ven resulta crucial para determinar nuestro grado de autoestima. En muchas ocasiones este terreno de seguridad y confianza se ve minado por las influencias del exterior”.
Las redes sociales configuran un espejismo donde todo parece perfecto, no hay cabida a los defectos… y, esto, resulta altamente peligroso. Los seres humanos contamos con puntos fuertes y débiles. Pero cuando solo mostramos nuestros puntos positivos, cuando solo mostramos un escaparate logramos valorarnos menos.
Además, hacen que nos comparemos con los/as otros/as y podamos pensar que a los/as demás les va mejor... y, en lugar de sentirnos acompañados/as, acentuamos el aislamiento y los sentimientos de inferioridad. Nos comparamos en un espejo ideal, ilusorio, que aparentemente a corto plazo parece estimulante y dopaminérgico, pero que no deja de ser un espejismo que conduce al malestar y a la constante necesidad constante de aprobación externa. Pasamos a realizar una valoración externa como autorregulación, tirando por la borda nuestro amor propio.
Este adictivo efecto ocurre por varios fenómenos:
- Necesidad de pertenencia, un fenómeno antiguo desde tiempos remotos, que nos lleva a desear que nos incluyan dentro de un grupo social.
- Necesidad de aprobación, como seres humanos queremos sentir que nos aceptan.
- Necesidad de autoafirmación, es decir, sentir que los/as demás alimentan nuestras propias necesidades.
- Impacto de la sociedad, se crean unos estándares "de lo guay y de lo no guay", lo que nos hace estar pendientes de la mirada de los/as otros/as y no de nosotros/as mismos/as.
Desde Adamia Psicología nos gustaría compartir una serie de pautas par ayudaros a no caer en esta adicción:
· Trata de no estar pendiente del perfil de los/as demás. No son mejores que tú, solo muestran lo que ellos/as creen mejor.
· No actualices permanentemente tus redes con fotos y vídeos. A nadie le importa más tu vida que a ti mismo/a.
· Haz un paréntesis, nútrete de otras fuentes más verdaderas, experimenta libremente, desconecta y practica savouring para estar en el presente.
· No permitas que te resten horas de otras actividades importantes para ti, como descanso, deporte, o compañía de los/as tuyos/as. Os animamos a disfrutar de estas actividades sin presencia de dispositivos ni redes sociales. Programar varias horas al día con el móvil en modo avión puede ser otra alternativa.
Os dejamos toda esta información y más de una manera más visual en la siguiente infografía.
Recuerda: la vida en redes no es la vida real.
Adamia Psicología
Consulta de psicología en Vigo
Llámanos al 640 106 888
Escríbenos a info@adamiapsicologia.es