¿Cuándo un pensamiento se vuelve obsesivo? Una obsesión se define como un pensamiento circular (en bucle), a veces absurdo, a veces extraño, que el sujeto no es capaz de eliminar de su cabeza y al cual le dedica muchas horas a lo largo del día. Las obsesiones son, por definición, pensamientos inútiles ya que no conducen a nada, ni a cambiar una situación, ni a cambiar un comportamiento, simplemente bloquean a la persona.
Desde Adamia Psicología sostenemos que no sólo tienen obsesiones personas típicamente obsesivas (como podría suceder en los Trastornos de la Conducta Alimentaria), también en personas con otros rasgos de personalidad un tema en particular puede volverse obsesivo (por ejemplo, si se atraviesa un momento vital estresante). Una obsesión conecta con alguna parte de nuestra personalidad, de nuestro pasado, de nuestras experiencias…y cuánta más atención se le presta, más importante nos parece y más emociones desagradables genera. Una obsesión interfiere en la vida del sujeto, ya que implica gastar mucha energía mental y, en consecuencia, también física. Todo gira en torno a ese tema y se desarrolla el pensamiento distorsionado llamado “Filtro Mental” que lleva al sujeto a seleccionar de cada situación sólo aquellos detalles que conecta con el pensamiento obsesivo. Un ejemplo de Filtro Mental podría ser examinar al detalle todo lo que hace, dice, expresa…esa persona que me ha fallado y con la cual estoy obsesionada (pensemos en relaciones en las que se ha experimentado decepción). Este tipo de razonamiento distorsionado, además de no permitirle al sujeto ver la realidad tal y como es (sólo filtra un trocito), se encargará de reforzar todavía más el pensamiento obsesivo, es como darle más leña al fuego.
Otro comportamiento típico de las obsesiones es hablar constantemente de ellas (con lo que les prestamos cada vez más atención y les dedicamos más tiempo). Este comportamiento en su justa medida es bueno, ya que estamos expresando una emoción y la compartimos con otra persona, pero se convierte en disfuncional cuando pasa el tiempo, incluso los años, y el tema de conversación sigue siendo el mismo. Ahí es cuando la obsesión nos ha bloqueado. Si algo nos obsesiona, debemos alejarnos de ello (física y emocionalmente), y emplear nuestra energía en otras actividades o personas.
Como psicólogas en Vigo creemos que lo mejor que se puede hacer cuando un pensamiento se vuelve obsesivo es centrar la atención en otras cosas, en otras actividades e intentar poner el foco en otra parte. ¿Por qué? Pues porque las obsesiones se retroalimentan cuánta más atención les prestamos. Funcionarían como una bombilla, cuánto más la miramos más ciegos nos deja y, sin embargo, si miramos para otra parte podemos olvidarnos hasta de que está encendida.
Lo primero para eliminar una obsesión es aceptar que está ahí, que en este preciso momento estoy teniendo un pensamiento rumiante. Una vez aceptada, debo saber que es sólo un pensamiento, no una realidad, sólo un pensamiento que viene de una emoción que estoy sintiendo ahora mismo. La clave estará en entender que lo que pienso no es una verdad, es sólo un pensamiento. Y que si no le prestamos atención, desaparecerá. De esta manera, no estaré luchando contra mi obsesión, no estaré frustrándome por no poder sacármela de la cabeza…simplemente la estaré aceptando y, poco a poco, irá perdiendo fuerza.
Una metáfora que funciona muy bien para estos pensamientos obsesivos es imaginar que son como nubes en el cielo, de manera que estamos aceptando que están ahí y que están nublando el día, pero que en cuanto venga una ráfaga de viento se irán.
Adamia Psicología
Consulta de psicología en Vigo
Llámanos al 640 106 888
Escríbenos a info@adamiapsicologia.es